1. El mobiliario plegable es bastante útil.
Piensa, por ejemplo, en que las camas que pueden esconderse y aparentar luego ser un clóset o transformarse también en un muy necesario escritorio. Ello hará que tu habitación (por la mañana, cuando no uses la cama), se vea mucho más despejada.
Ahora lo ves…
¡… y ahora no lo ves! Así de fácil.
2. Otra alternativa, así mismo, es usar un mueble multiuso.
La finalidad de éste es que pueda servirnos, como su nombre lo indica, para múltiples propósitos. Mira, por ejemplo, esta aparentemente sencilla cama…
…que se abre para convertirse en prácticos muebles de estar. Los asientos los sacas del costado y de debajo de la cama. ¡Al igual que la mesa de centro
Y eso no es todo. ¡También incluye cajoneras!
La idea, como te habrás dado cuenta, es sacar el mayor provecho posible de este tipo de muebles.
3. Una forma bastante sencilla de ganar espacio es también mediante prácticas estanterías atornilladas a las paredes.
De preferencia, te recomendamos optar por los pequeños individuales cuadrados, actualmente muy de moda, que te permiten jugar en grupo con distintos tipos de combinaciones a elección.
¡Puedes incluso formar figuras! Agrega o saca según necesites, quedándote con la cantidad exacto. Aprovechando el espacio “hacia arriba” de la habitación, evitarás colocar mesas o escritorios que no hagan más que estorbar el paso.
4. ¡Deshazte de los pesados cortinones!
Su peso y gran tamaño sin duda achican la habitación. Más práctica es la opción de los estores, que suelen permitir incluso un mejor pase de luz, haciendo que tu habitación se vea más grande. Esto es incluso especialmente recomendable si tu ventana es muy pequeña.
5. Por último, ¡coloca espejos!
La ilusión óptica hará que tu habitación con ellos luzca mucho más espaciosa, reflejando además la luz. Aprovecha, por ejemplo, el espacio correspondiente al clóset. ¡De paso te será muy práctico para chequear como anda tu look por las mañanas!